11 de agosto de 2023
Queridos amigos,
Atendiendo a la invitación que me cursarán ayer noche los hospitaleros, he acudido a desayunar en el refectorio del albergue de Abbaye Ste. Foy. Allí he coincidido nuevamente con Charline. Ya en la calle tengo la fortuna de encontrarme con Didier a quien también agradezco la atención que me han dispensado.
Salir de Conques hacia Saint Jean-Pied-de-Port supone afrontar una durísima subida de 3 km de longitud hasta Puech Long, todo un reto que pone a prueba la fe de los peregrinos. Durante el ascenso no puedo evitar pensar que Conques no es una ciudad para cojos…
El resto del trayecto hasta Decazeville no tiene dificultad, apenas pequeños desniveles en los que paso por pueblos como Noaihac, La Boriette, Fonteilles, Laubarède y La Combe.
Decazeville es una comuna ubicada en el departamento de Aveyron. Su historia se remonta al siglo XIX, cuando se descubrieron importantes yacimientos de carbón en la zona. Esto llevó a un rápido crecimiento de la población y a la construcción de una gran cantidad de infraestructuras relacionadas con la minería y la siderurgia.
La explotación del carbón en Decazeville alcanzó su apogeo a finales del siglo XIX y principios del XX, convirtiéndose en uno de los principales centros mineros y siderúrgicos de Francia. La ciudad creció rápidamente y se construyeron numerosas viviendas, escuelas, hospitales y otros edificios para dar servicio a la creciente población.
Sin embargo, con el paso de los años, la industria minera y siderúrgica fue perdiendo importancia y muchas minas cerraron. Esto tuvo un impacto significativo en la economía y la población de Decazeville, que se vio obligada a adaptarse a nuevas actividades económicas.
La ciudad ha sabido conservar su importante patrimonio industrial. Uno de los principales atractivos es el Museo de la Mina Lucien Mazars, que permite a los visitantes adentrarse en el mundo de la minería y aprender sobre la vida de los mineros.
Otro lugar de referencia es el Horno Alto de Decazeville, uno de los últimos vestigios de la época de la siderurgia en la ciudad. Este horno fue construido en 1882 y es un símbolo de la historia industrial de la ciudad.
En otro ámbito, también es destacable la Iglesia de Sainte-Foy, construida en el siglo XIX, y la Casa del Pueblo.
El sol aprieta con fuerza en las primeras horas de la tarde, mientras dejó atrás Decazeville ascendiendo las duras rampas que me conducirán a St-Roch. En el trayecto, protegido del sol abrasador con un paraguas, repetidamente me viene a la cabeza una frase lapidaria de mi amigo Pedro: “Hay gustos que merecen palos”. Quizá tenga razón…
Alcanzada la cima un constante descenso me lleva a Livinhac-le-Haut, el final de jornada. Este es un pequeño pueblo situado en la región de Occitania. Al igual que otras poblaciones del entorno su historia se remonta a la época medieval, cuando fue fundado como punto de paso en la ruta de peregrinación hacia Santiago de Compostela.
Su principal patrimonio es la iglesia parroquial, dedicada a San Pedro. Esta iglesia fue construida en el siglo XII y es un ejemplo destacado de la arquitectura románica de la región. Otro punto de interés es el castillo de Livinhac, que data del siglo XV. Aunque en la actualidad solo quedan ruinas, el castillo fue en su momento una importante fortaleza defensiva y residencia de la nobleza local.
El pueblo en sí también conserva buena parte de su arquitectura medieval, con calles empedradas y casas de piedra tradicionales.
Hoy en día, es un punto importante para los peregrinos que siguen la Vía Podiensis.
Hago noche en el Gîte d'étape “Le Chant des Etoiles”, un albergue con calidad; y lo más importante, con una excelente atención a los peregrinos. En la cena hemos estado una quincena de personas a la mesa. Magnífica cena en el jardín en un ambiente de alegría. Cae la noche y la paz se apodera del lugar.
Merci beaucoup !!
Un abrazo.
¡Buen Camino! / Bon Chemin!
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Tema musical del día
Gheorghe Zamfir “El pastor solitario”
https://youtu.be/9nhkaFjN4zY
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