16 de agosto de 2023
Queridos amigos,
El día amanece plomizo, dentro de un marco de bochorno y humedad. Tras desayunar con mis compañeros franceses, dejo atrás el albergue de peregrinos “La Maison des Pèlerins” para encaminarme hacia la catedral y seguidamente al maravilloso Puente Valentré, que presenta en estas primeras horas de la mañana unas imágenes espectaculares del propio puente y de su entorno. Dar la espalda a este monumento supone afrontar un penitente graderío de 1 km. Adiós al desayuno.
Después vendrán una docena de kilómetros en constante ascenso, en un entorno rural, caminando por un tobogán de tortuosos caminos de piedra. Un esfuerzo constante hasta llegar a la meseta. Aquí, en lo más alto, apoyado con desplome en mis dos bastones y durante un tiempo, formó un trípode de cansancio, ofreciendo una penosa imagen con apariencia de ser humano. Continúo viaje a través de La Croix-de-Magne y Les Mathieux hasta alcanzar Labastide-Marnbac, una pequeña localidad residencial, a la vista de las numerosas casas unifamiliares de planta baja, cuidadas con mimo. Un lugar muy tranquilo ideal para vivir, pienso.
A partir de este punto, el camino se torna más llevadero. En contraposición, el calor aprieta con fuerza. El sonido de las cigarras acompaña mi caminar mientras voy visitando Trigodina, Baftalie y Lascabanes. Las gotas de sudor caen ante mí como si de una gotera se tratara.
La historia de este pequeño pueblo de origen medieval está estrechamente ligada a su principal patrimonio, la Iglesia de Saint-Jean-Baptiste. Esta iglesia, construida en el siglo XIII, es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica y es considerada uno de los tesoros de la región.
Tras comer en esta localidad, emprendo el que será un doloroso trayecto de 9 km hasta alcanzar Montcuq, donde he llegado tres horas más tarde, totalmente desfondado por el calor.
Montcup, fundado siglos atrás, fue un lugar aislado y sin mayor relevancia, hasta que en su demarcación se descubrió un antiguo tesoro en las profundidades de una de las montañas que rodean al pueblo. Este tesoro consistía en una gran cantidad de joyas, monedas y artefactos de incalculable valor histórico y cultural. Este hallazgo atrajo la atención de arqueólogos, historiadores y turistas de todo el mundo, convirtiendo a Montcup en un destino turístico popular.
Hoy pernocto en el Gîte d'étape “Le Souleillou”. Gps: 44.3373133, 1.2178288
Magnífica atención y hospitalidad de Jean-François & Marie Noëlle; y también, buena cena en compañía de diez franceses y dos alemanes, Claudia y Wolfgang, un virtuoso del piano. Antes de la cena, los peregrinos hemos sido gentilmente obsequiados con un vino Malbec de la región.
Merci beaucoup !!
Un abrazo.
¡Buen Camino! / Bon Chemin!
____________
Tema musical del día
Ben E. King “Stand by me”
No hay comentarios:
Publicar un comentario